Google va a pasar a llamarse Alphabet. Y Sundar Pichai, hasta ahora director de producto de los negocios de internet de Google, pasa a ser consejero delegado de la nueva filial. El nuevo CEO de la compañía de Mountain View es pieza clave en la nueva organización. Y no es para menos. Este indio, de 43 años, sucede a Larry Page para seguir demostrando que Google puede ir mucho más allá.
De origen humilde y licenciado en Stanford, además de tener un MBA en la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, Pichai lleva ya once años trabajando en Google. Tal es su carrera que se ha convertido en todo un referente para los jóvenes de su tierra. Y no es de extrañar.
No se puede olvidar que grandes empresas tecnológicas del sector cuentan con empleados de nacionalidad india capaces de brillar como pocos. Y, de hecho, encabezan grandes compañías. Sundar Pichai es un buen ejemplo de ello pero conviene recordar también a Satya Nadella, CEO de Microsoft; Sabeer Bhatia, uno de los padres de Hotmail o Ruchi Sanghvi, vicepresidente de Operaciones en Dropbox y ex de Facebook.
Tras finalizar sus estudios en el Instituto Indio de Tecnología en Kharagpur, Pichai decidió dar el salto a EE.UU. para graduarse en Stanford. Esta decisión no fue sencilla pero lo tenía claro: solo podía triunfar.
Tras algún que otro trabajo, el 1 de abril de 2004 hizo una entrevista para Google y consiguió entrar. El nuevo fichaje debía ayudar con el navegador Chrome. Un proyecto que acabó liderando y que, a día de hoy, es líder. Más tarde, trabajó para el sistema operativo Google OS, el servicio de almacenamiento Google Drive y acabó siendo el responsable de Gmail y de Google en 2011.
El genio de Android
Pero su gran salto le llegó en 2013 al convertirse en máximo responsable de Android, sucediendo a Andy Rubin, creador original del sistema. Pichai fue el creador de Android One, una plataforma para «smartphones» que Google presentó en la India cuyos precios rondaron los 100 dólares. No era casualidad. Si de algo no se ha olvidado el nuevo CEO de Google es de sus orígenes.
Siempre ha trabajado en un discreto segundo plano. A la sombra de Larry Page. Pero algo cambió en los últimos meses cuando Pichai comenzó a adquirir cierto protagonismo, como por ejemplo cuando acudió al Mobile World Congress de Barcelona, donde confirmó que Google está trabajando en su propio operador móvil virtual, o como cuando el pasado mes de junio protagonizó el congreso de Google para desarrolladores que se celebró en San Francisco.
Sundar Pichai es, desde ahora, el hombre que marcará una antes y un después en la historia de Google. Será el responsable del éxito o del fracaso de un conglomerado compuesto de grandes éxitos, como Youtube, pero también de grandes fracasos, como Google+ o las Google Glass. Nuevos desafíos que van a poner a prueba su capacidad de reinvención. Y, sin olvidar su gran objetivo: que la tecnología sea accesible a todo el planeta.