Uno de los más importantes apunta a avanzar cada vez más hacia la sofisticación de los procesos apalancados con soluciones y servicios innovadores.
La transformación digital está jugando un papel relevante en la mayoría de los rubros industriales, especialmente en el de finanzas y auditoría. Esta realidad ha penetrado tanto que, hoy en día, se ha vuelto prácticamente obligatoria la incorporación de esta estrategia en la mayoría de las actividades empresariales si se quiere sobrevivir en un entorno tan competitivo.
De hecho, el estudio denominado “La transformación digital en el sector de auditoría”, publicado en 2019 por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, analizó esta realidad destacando que “el proceso de digitalización está transformando el mercado de auditoría. Entre las principales motivaciones para su utilización destacan el incremento de calidad y reducción de riesgos, la presión regulatoria, el volumen de información cada vez mayor a gestionar y la exigencia de los clientes de un mayor nivel de eficiencia. (…) Se observa a nivel internacional la aparición de empresas especializadas en software y prestación de servicios orientados a la auditoría con la vocación de complementar las capacidades necesarias en los equipos de auditoría”.
En este sentido, los países han comprendido la trascendencia de este tema y han impulsado diversas acciones para sumarse a esta tendencia, pero la situación en Chile es algo más desafiante. Si bien en los procesos de auditoría la transformación digital ha generado resultados positivos en el área de los negocios principalmente, falta que se logren avances más significativos en otros ámbitos.
Gabriel Llumiquinga, auditor principal en Audetic, empresa dedicada a la auditoría de tecnología y seguridad de la información presente en Chile desde 2019, sostiene este análisis y revela que los procesos de auditoría en nuestro país suelen caracterizarse por ser muy manuales y por enaltecer al papel como “la evidencia del hallazgo encontrado”.
“En estos tiempos cada vez más vertiginosos el auditor debe desarrollar nuevas habilidades para responder a la transformación digital que requieren las organizaciones”, dice el ejecutivo.
Aunque, por otra parte, argumenta que en Chile existe mayor rigurosidad y procesos definidos para el control de las organizaciones, lo que es favorable para que las mismas puedan cumplir sus objetivos y estrategias trazadas, al igual que los avances demostrados en materia de automatización de procesos que ayuda al campo de la auditoría y su camino hacia la transformación digital.
Gracias a estos atributos y la necesidad de fortalecer la transformación digital en los procesos de auditoría, la empresa se ha enfocado en resolver las necesidades del mercado chileno y así expandir su presencia en América Latina.
Ciberseguridad y posicionamiento estratégico
El Covid-19 aceleró la digitalización y, por ende, el teletrabajo. Pero también fue la oportunidad perfecta para que hackers y ciberdelincuentes vulneraran con mayor frecuencia los sistemas informáticos tanto de empresas como de particulares.
De hecho, según un informe realizado por la Identity Theft Research Centre, en 2021 se produjo un incremento del 17% en la violación de seguridad de los datos en comparación con el año anterior.
“La ciberseguridad, en este sentido, destaca como uno de los servicios que podría incrementar su demanda en el mercado mundial para enfrentar esta amenaza creciente, por lo que en Audetic buscamos apoyar a las organizaciones a través de la auditoría y colaborar en el fortalecimiento del ecosistema digital a nivel nacional”, dice Llumiquinga.
El ejecutivo agrega que, en referencia a la experiencia obtenida en su país de origen, hoy pretenden replicar esta realidad en suelo chileno a través de una nueva apuesta basada en la personalización del servicio entregado a cada cliente, apalancados en herramientas de clase mundial para la supervisión de procesos en las organizaciones.
De esta manera, no cabe duda de que la digitalización está cambiando la forma de enfocar y desarrollar la práctica de la auditoría ya que las nuevas tecnologías, los nuevos modelos y el incremento en el volumen de datos gestionados han cambiado la naturaleza de los negocios y han redefinido a su vez el papel del auditor, quien debe maximizar el provecho de la mayor cantidad de información disponible y ofrecer perspectivas adicionales con el objetivo de afrontar exitosamente las transformaciones y alinearse a un mundo cada vez más competitivo.
