En la industria de la comunicación hay pocas constantes y muchas modas, tantas que algunas tendencias son inevitablemente flor de un día y se quedan en «hypes» perecederos.
Este ámbito de actividad ha levantado el telón de 2023 con toda una plenitud de tendencias aleteando a su alrededor y estas que disecciona a continuación Horizont son las que más posibilidades tienen a bote pronto de sobrevivir en los meses venideros:
1. El metaverso decepcionará
A finales del pasado mes de noviembre la Comisión Europea organizó en el metaverso una fiesta con un presupuesto de 387.000 euros a fin de presentar a los jóvenes un programa enfocado a los países en vías de desarrollo.
El metaverso, en el que tantas expectativas se depositaron en 2021, no está cumpliendo con lo que esperaba de una tecnología supuestamente revolucionaria y disruptiva. Y aunque algunos están convencidos de que al calor de este concepto se desarrollará una mercado valorado en un billón de dólares, hasta los más optimistas están echando el freno a su algarabía.
De cara a 2023 no se divisan novedades demasiado halagüeñas en el horizonte para el metaverso, en buena medida porque las turbulencias en el mercado de las criptomonedas está nublando la visión, otrora centelleante, de la Web3. Además, en un contexto económico cada vez más complicado las empresas se mostrarán más renuentes a invertir en una tecnología tan difusa como el metaverso. Las compañías del ramo «techie» se están apretando mayoritariamente el cinturón.
Y por si fuera poco el interés de la gente por el metaverso es aún más bien parco. En el otoño del año pasado Horizon Worlds de Meta contaba tan solo con 200.000 usuarios mensuales en todo el mundo. Y los números son también bastante modestos en plataformas como Decentraland y The Sandbox.
2. La inteligencia artificial presumirá de creatividad
Aquello de lo que es hoy por hoy capaz ChatGPT es tan fascinante como inquietante. Todo depende del prisma desde el que se mire. Escribir textos largos, desarrollar programas, componer imágenes e incluso imitar la voz humana es coser y cantar para la inteligencia artificial (IA).
El «hype» emanado actualmente de la IA recuerda hasta cierto punto al furor que causó la inteligencia artificial Watson cuando se impuso en el concurso «Jeopardy» allá por 2011. Sin embargo, mientras Watson tuvo que someterse a durísimos entrenamientos para conquistar semejante hazaña, sus sucesores están alcance de legos en la materia y brindan a quienes no están familiarizados ni siquiera mínimamente con la IA alumbrar contenido digital de calidad absolutamente incontestable.
Está por ver hasta qué punto los nuevos «players» en el ámbito de la IA cambiarán o no el (des)equilibrio de poder en la economía digital, aunque la lenta aceptación de los asistentes de voz sugiere que la inteligencia artificial no colonizará de la noche a la mañana todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida cotidiana.
Lo que está claro es que la inteligencia artificial ha madurado ya lo suficiente para que el marketing y la comunicación se arrojen en sus brazos. La creación automatizada de textos, imágenes y contenido de audio ha avanzado tanto que cada vez más marcas están imbricando la IA en sus procesos creativos.
3. El «community management» recibirá por fin la relevancia que merece
Durante mucho tiempo (probablemente demasiado) las empresas han infravalorado la importancia del «community management» y se han visto innecesariamente en el ojo del huracán en las redes sociales por traspiés perfectamente evitables.
En 2023 las organizaciones tomarán por fin conciencia de que las crisis de reputación en las plataformas 2.0 pueden prevenirse (o al menos contenerse) implementado con antelación las medidas adecuadas. El «community management» es mucho más que responder a comentarios, es monitorizar activamente las publicaciones en las redes sociales, ofrecer al usuario una adecuada atención al cliente y cumplir con la etiqueta en estos canales.
Las comunidades son hoy por hoy una de las activos más valiosos de las empresas y ninguna marca podrá permitirse el lujo de ignorarlas en 2023.
4. La cultura de las agencias se verá amenazada
¿Qué es lo que hace especiales a las agencias? ¿Qué caracteriza su manera de trabajar? ¿Por qué para algunos creativos resulta aún tan atractivo trabajar en las agencias? Quizás el punto diferencial de las agencias es la presencia física en un lugar común de trabajo donde los equipos intercambian pareceres y desarrollan e implementan ideas al alimón. Sin embargo, el trabajo híbrido está cambiando la manera en que los empleados de las agencias interactúan y colaboran.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo por Forrester en octubre de 2022, menos del 20% de los trabajadores de las agencias en Estados Unidos han regresado presencialmente a su puesto de trabajo..
La cultura de la presencialidad está siendo reemplazada en las agencias por una cultura de naturaleza virtual y ello tiene consecuencias de primer orden en la cooperación y también en el producto emanado de esa colaboración. Cuando la mayor parte de los empleados se sientan en casa delante del ordenador y apenas se ven las caras de manera presencial, la atmósfera que era otrora típica en las agencias inevitablemente se diluye.
En este sentido, las agencias están perdiendo la que ha sido siempre su gran ventaja competitiva en el ámbito de la creatividad. Trabajando desde casa y sin apenas contacto físico con sus colegas, da igual si los creativos trabajan para la agencia A o la agencia B (porque no hay una cultura que ejerza de «pegamento» para quienes forman parte del equipo).
5. Twitter sobrevivirá después de todo
Desde que hace aproximadamente tres meses Elon Musk se pusiera a los mandos de Twitter, la red social anda sumida en el caos. Las draconianas medidas de austeridad del sudafricano han supuesto el despido de la mitad de la plantilla de la compañía, que está incurriendo incluso en la morosidad y ni siquiera paga ya el alquiler de sus oficinas en San Francisco. Además, preocupados por la laxitud de la nueva política de contenidos de Twitter, toda una plétora de anunciantes se han apresurado a dar plantón a la red social del pájaro azul.
Así y todo, y pese a que Twitter tiene frente a sí una auténtica letanía de problemas, es poco probable que la red social fenezca en 2023. Elon Musk no habría invertido 44.000 millones de dólares en Twitter, si no supiera que esta red social tiene potencial más allá de para dar fuelle a su agenda política. Maurice Lévy, presidente del consejo de administración de Publicis Groupe, aseguró hace poco que Twitter podría recuperar fácil y rápidamente a los anunciantes si creara una atmósfera diferente en esta plataforma.
Además, hoy por hoy no existe una alternativa real a Twitter. Telegram tiene sus propios problemas de reputación y Mastodon resulta un reemplazo excesivamente complicado. Puede que Twitter acabe convirtiéndose en algo distinto y su comunidad se reduzca, pero su marca es demasiado sólida como para desaparecer por completo.
Fuente: Marketingdirecto.com