El juguete incluido en los menús infantiles de cadenas como Burger King y McDonald´s ha sido siempre un gran reclamo para que las familias visiten los restaurantes, pero mientras crece la plasticofobia (no sin motivos) el regalo no parece tan adecuado.
El pasado junio, dos jóvenes británicas, Ella y Caitlin (de 7 y 10 años, respectivamente) publicaron una petición en Change.org para que Burger King y McDonald´s dejaran de ofrecer juguetes de plástico en sus menús.
La petición acumuló rápidamente cientos de miles de firmas –actualmente supera el medio millón– y, en solo un mes, McDonald’s se comprometió a reducir significativamente los juguetes de plástico en sus comidas y reemplazarlos con opciones más sostenibles en la segunda mitad del año.
Tras este anuncio, Burger King no podía quedarse atrás, pero su propuesta ha sido más rompedora (al menos en términos de marketing). La compañía ha lanzado una campaña en Reino Unido en la que invita a los niños a fundir sus juguetes.
Amnistía para los juguetes
Bautizada como “The Meltdown”, la campaña, diseñada por la agencia Jones Knowles Ritchi, pide a los niños que se deshagan de todos los juguetes que han acumulado comiendo hamburguesas y los lleven a los restaurantes para que puedan ser fundidos y reciclados.
Burger King instalará en sus más de 500 restaurantes de Reino Unido “contenedores de amnistía” para depositar los juguetes. Aquellos que entreguen juguetes entre el 19 y el 30 de septiembre recibirán comidas gratis, hojas de calcomanías y coronas Meltdown BK. Eso sí, con la compra de una comida para adultos, que no se puede ir uno sin pasar por caja.
Imágen | Burger King