En la anterior feria E3, Microsoft presentó el mando Xbox Elite, su apuesta definitiva en el marco del competitivo mundo de los controladores para videojuegos. Una vuelta al diseño clásico, fuera de los nuevos dispositivos basados en movimientos con sensores. Ahora, la compañía ha dado a conocer más detalles y ha apostado por la personalización total, incluyendo la modificación de crucetas o palancas, además del uso de botones con muchas más posibilidades de pulsación. Según Microsoft, «nos hemos propuesto crear un mando de alto rendimiento para satisfacer las necesidades de los jugadores más competitivos de hoy en día». En los elementos básicos, se han añadido refuerzos de goma con relieve para mejorar el agarre y un acabado más suave para evitar cualquier tropiezo con los botones.
Pero los verdaderos protagonistas de los cambios son las flechas digitales y las palancas analógicas, que pueden ser reemplazadas por otras al gusto del jugador. Todas ellas, según Microsoft, son ahora de«acero inoxidable» y buscan una «duración prolongada». De hecho, el mando incorpora un estuche con cuatro palancas, seis joystick y dos flechas: personalización suficiente que está hecha por y para el aficionado. Las funciones de cada botón, en este sentido, podrán ser modificadas en una aplicación que saldrá tanto para Xbox One como el próximo Windows 10. Por otra parte, los gatillos ahora han mejorado su control analógico, algo especialmente útil en juegos de conducción o disparos. El peso se mantendrá en inferior a los 400 gramos, según afirma Microsoft.
El mando estará disponible a partir del próximo mes de octubre, y podrá ser usado en Xbox One y cualquier versión de Windows a partir de la 7. En ordenadores, requerirá de un cable USB, aunque se espera un adaptador inalámbrico posterior. No se conoce todavía el precio, y estará basado todavía en pilas AA.