Según datos de IDC Chile, la denominada generación Y (nacidos entre 1980 y 1999) son y serán la gran impulsora del desarrollo del comercio electrónico en América Latina, y será quien promueva el uso de los dispositivos móviles en sus transacciones comerciales.
La transformación de esta tendencia es resultado de la evolución de diversos factores, tales como: el crecimiento de la población en la clase media, el acceso a Internet y la maduración de los cibernautas y compradores en línea, aspectos que a futuro se verán acompañados de un crecimiento en el consumo.
“Esto se produce principalmente porque las personas que son de esta generación tienen una educación muy temprana respecto al uso de tecnologías y se adaptan muy fácilmente a ellas. Ellos tienen menos apremio a comprar por internet, y a la vez mayor madurez en términos de tiempos de espera o para devolver algún producto defectuoso”, indicó Cristián Peña, Analista Senior de Dispositivos Comerciales y de Consumo de IDC.
Según IDC Chile, esta generación compra con menos temor a través de Internet, esto gracias a los avances del internet y los fáciles accesos diversos medios de pago. El 52% de sus compras las realiza a través de las tarjetas de crédito y débito y un 32% con servicios de pago online. A pesar de esto, los cupos ilimitados de tarjetas de crédito siguen siendo una barrera, especialmente para aquellos que le temen al endeudamiento precipitado. Dentro de las compras más frecuentes por parte de los millennials están las prendas de ropa, artículos de tecnología y de hogar, esto ocurre tanto en sitios locales como extranjeros.
Con este fenómeno, nacen también nuevas oportunidades de negocios, las exigencias de actores ayuda a mejorar no sólo en los medios de pago, sino que también en las experiencias de compra y la calidad de los bienes y servicios. Por eso decimos que los millennials, influyen positivamente y son el motor del e-commerce.
No obstante, el e-commerce requiere de una mayor participación por parte de las compañías, a fin de acelerar los mecanismos que faciliten su crecimiento mediante la oferta de mayores herramientas de seguridad en las compras en línea (especialmente para los dispositivos móviles) a través de plataformas de pago online; la disponibilidad de mayores opciones de financiamiento, y la reducción del riesgo de fraude, como resultado de los factores antes mencionados.
