Nuestra región ha cambiado. Desde hace algunos años, las economías de América Latina despegaron y alcanzaron resultados que sorprendieron al mundo, atrayendo inversiones y detonando el desarrollo de los mercados, beneficiando en muchos sentidos a las poblaciones latinoamericanas. Si bien es cierto que la desaceleración económica mundial ha derivado en resultados mixtos y poco alentadores para las finanzas de los mercados de la región, existen muchas aristas que despegaron y su evolución es inminente.
Pensar en el comercio electrónico en América Latina de hace 20 años era hablar de temas complejos: plataformas y accesos a Internet limitados, falta de certeza sobre modelos de seguridad, desconfianza de la población, y básicamente, un énfasis en un modelo comercial tradicional fuertemente arraigado a la cultura y los usos y costumbres de los mercados. Sin embargo, hoy es una historia completamente diferente.
Distintas coyunturas han coadyuvado a que el comercio electrónico en América Latina muestre signos de crecimiento, de desarrollo y un panorama alentador: de acuerdo a eMarketer, 42.6% de la población en América Latina contaba con acceso a Internet en 2012; las estimaciones es que para 2016, más del 53% de la población contará con una conexión de acceso a Internet – un crecimiento del 13% anual, muy superior al de cualquier otra región en el mundo. Aunado a esto, el Banco Mundial estima que en la última década, el número de integrantes del sector de clase media en América Latina (definido como aquellos con un ingreso entre $3,650 a $18,250 dólares al año) aumentó en casi 50%, sumando más de 50 millones de consumidores quienes, además de poder cubrir sus necesidades básicas, cuentan con un capital adicional para consumo personal. Y por último, el crecimiento de la llamada generación millenial y z, los llamados “nativos digitales” cuyas edades se encuentran entre el rango de 12 a 35 años, quienes continúan en constante crecimiento y evolución, potenciando un mercado maduro dentro de 10 años – justo para quienes el comercio electrónico es algo tan común como visitar un supermercado.
Ante tal demanda, los consumidores en América Latina requerirán, cada vez más, opciones reales de comercio electrónico, seguras y confiables, que les permitan obtener los mejores y más innovadores productos – esos mismos que conocen de otras latitudes, también a través de Internet. Entre los productos más buscados en Internet por los latinoamericanos, se destacan: ropa y calzado; muebles y artículos de decoración, y dispositivos electrónicos, así como los relacionados con reservaciones de viajes, entre otros.
El reto de las empresas del futuro será crear plataformas complementarias a las del modelo comercial tradicional – no podemos olvidar el grueso de la población que sigue consumiendo a través de estas estructuras de mercado – que faciliten el acceso y la distribución de productos para satisfacer las crecientes necesidades del estilo de vida de la clase media en América Latina. No en vano plataformas extranjeras comerciales como Amazon llegan a los mercados de la región, aprovechando el despegue del comercio electrónico, la certeza que ahora tiene la población para realizar sus transacciones por Internet y ofrecer un valor derivado a partir de un intangible de bits y bytes. Y también vale destacar el crecimiento de plataformas de e-commerce de América Latina en los últimos años como Mercado Libre, que ya cuenta con presencia en 12 países, y Linio, que desde su lanzamiento hace tres años ha tenido el más rápido crecimiento de los sitios de comercio electrónico. Los tres países donde veremos el mayor gasto promedio en e-commerce por usuario en el 2018, serán Brasil, México y Chile. Los brasileños son sin duda quienes más gustan de hacer compras por Internet, ya que éstos concentran la mitad del mercado, mientras que los colombianos presentan la mayor tasa de crecimiento, seguidos por los argentinos y chilenos.
Además del aumento en el porcentaje de personas que tienen acceso al Internet en casa, también hubo un crecimiento en la conexión a la red a través de un smartphone. De acuerdo a estimaciones de eMarketer, el número de Smartphones en América Latina fue de 395.5 millones de unidades – una penetración de poco más de 66%; se estima que este número crezca a casi 435 millones en 2018. Mismo así, aún se mantiene una pequeña predilección por los equipos fijos para hacer compras online; sin embargo, esta tendencia cambiará, como ya sucede en Chile y Colombia, países donde más de la mitad de los usuarios prefieren los dispositivos móviles, y poco a poco veremos más transacciones en línea vía móvil. Hoy, dentro de los latinoamericanos, los mexicanos son los líderes de las compras por medio de su celular, ya que casi una tercera parte de sus adquisiciones se realizan con un smartphone. Se espera que los smartphones sean los dispositivos de preferencia para el e-commerce en el futuro, debido a sus cualidades de costo-beneficio y multifuncionalidad en su empleo.
La visión de las industrias que logren entender las necesidades del creciente mercado que utiliza e-commerce en América Latina, podría verse reflejada en los casi 140 mil millones de dólares, valor que eMarketer estima para 2018, muy lejos de los casi 88 mil millones proyectados para 2015.
Será muy interesante ver en los próximos años como el comportamiento de los consumidores y los cambios en la economía y mercados locales seguirán transformando el comercio electrónico en América Latina.
Christian Gatti Gerente General y VP para América Latina y Pacífico ALCATEL ONETOUCH www.alcatelonetouch.com