Rosario Hevia
Fundadora y gerente general de Ecocitex
Hoy se vive una confusión entre reciclar y donar, lo que es un derecho y lo que es una obligación.
Partamos por simplificar los conceptos: donar implica regalar algo en buen estado, algo que tiene valor. Originalmente viene de la donación de órganos, y se trata de un acto desinteresado por ayudar a un tercero. Reciclar, por el contrario, corresponde a disponer de forma sustentable un residuo, que de lo contrario terminaría en la basura.
Ahora que aclaramos lo que es reciclar, ¿se trata de un derecho o una obligación de la persona que consume? Nosotros postulamos que el hacerse cargo de los residuos que uno genera es responsabilidad de quien libremente optó por comprarlo, que no es un derecho, sino una obligación.
Al ser una obligación, uno debe hacerse cargo del trabajo, la logística y el costo que tenga reciclar lo que uno consumió. Hay algunos productos donde el costo del proceso de reciclaje es menor al precio final de venta del producto valorizado. Estos servicios generalmente son gratuitos o incluso se paga por la materia prima, por ejemplo, el aluminio. Hay otros residuos cuyo costo de reciclar de manera circular es más alto, por lo que generalmente no se reciclan y terminan en vertederos. Esta es la realidad de hoy con la ropa de segunda mano. Y en Chile se ubica el vertedero más grande del mundo, estimándose en 39.000 las toneladas de residuo textil al año en el desierto.
Nuestra invitación es considerar tres grandes responsabilidades al decidir realizar una compra:
1. Uno avala la cadena productiva de lo que está comprando. Si compra algo que en el proceso tiene maltrato animal, explotación laboral, químicos contaminantes o lo que sea, implícitamente está declarando que está de acuerdo con ese tipo de producción.
2. Al comprar, asumimos la responsabilidad del producto que estamos adquiriendo durante la vida de este y también sobre cómo disponerlo al final de ésta. Es nuestra obligación, si queremos vivir en un planeta sostenible, ser conscientes y asumir esta responsabilidad.
3. Al comprar, el cliente está votando, se está empoderando y decidiendo qué tipo de empresas queremos que sean las potencias del futuro. Si queremos que las grandes cadenas de retail, supermercados, farmacias o avícolas, sigan siendo los líderes del mercado, entonces debemos seguir comprándoles. Si, por el contrario, queremos potenciar al comercio local, comercio justo, empresas comprometidas con Desafío 10X o emprendedores, entonces informémonos y revisemos a quién le estamos comprando. Una de las principales causas del calentamiento global o las diferencias sociales es que no nos hacemos cargo de nuestro poder. Todos juntos como consumidores tenemos el poder de cambiar el mundo. La invitación es a que seamos más conscientes al momento de consumir, que visualicemos todo el poder que esa decisión de compra tiene y que asumamos nuestra responsabilidad por lo que nosotros optamos por consumir.