La empresa surcoeana reduce el tamaño de pantalla de este original dispositivo móvil, al que le ha incorporado ligeras mejoras como el material autorreparable.
La curva está de moda. Está presente en algunos modelos de televisor y los teléfonos móviles inteligentes empiezan a cobrar nuevas formas gracias a paneles que se pueden doblar. LG ha vuelto a insistir en este aspecto con el anuncio del nuevo LG G Flex 2, segunda generación de su «smartphone» curvado que promete una mayor flexibilidad.
Durante su intervención en la feria de tecnología CES 2015, que se celebra estos días en Las Vegas, la firma surcoreana ha presentado su nuevo dispositivo móvil y ha ampliado la gama de televisores. En el caso del teléfono curvado, las prestaciones se han mejorado y llegará con el procesador Qualcomm Snapdragon 810 de ocho núcleos a 2.0 Ghz y 2 GB de memoria RAM, un aspecto este que se mantiene con respecto al modelo anterior.
Eso sí, el tamaño se reduce. Este dispositivo será de 5.5 pulgadas OLED (en lugar de las seis pulgadas de su antecesor) y contará con resolución Full HD contará con dos versiones en función de su capacidad (16 y 32 GB), ampliable hasta 2 TB mediante tarjeta microSD. La pantalla, de nuevo, será su principal referencia gracias a una curvatura más pronunciada y con un material autorreparable (aunque presumiblemente no será resistente a todos los arañazos). Además, la firma surcoreana ha integrado el botón físico trasero, apuesta del LG G3.
Disponible a partir de enero en algunos mercados como Corea del Sur, este terminal llegará con 13 megapíxeles en su cámara principal, con enfoque láser y un mejorado estabilizador óptico, y 2.1 megapíxeles para la frontal. Además, ofrecerá un nuevo control gestual para tomar fotos, incluso en perspectiva propias de los llamados «selfies» (autorretratos, en español). Su batería será de 3.000 mAh, aunque llegará con la promesa de ser cargada en la mitad de su capacidad en unos cuarenta minutos.
