El teléfono tiene una pantalla de 5.5 pulgadas, con cámara de 13 megapíxeles y vendrá en dos versiones.
Samsung ha empezado a introducir cambios en sus nuevos lanzamientos, llegó con el Galaxy Alpha y el «phablet» Galaxy Note 4, pero la decisión de incorporar un marco metálico en su nuevo «smartphone» Galaxy A7, que ha hecho oficial la firma surcoreana este lunes, puede indicar un cambio de estrategia.
El terminal, de una pantalla de 5.5 pulgadas, es una evolución de los A4 y A5 lanzados hace unos meses y que estaban dirigidos, principalmente, al mercado chino. Con 2 GB de memoria RAM, este nuevo móvil llegará en dos versiones, una que incorporará un procesador Exynos 5430 de 8 núcleos (1.8 GHz Quad-core + 1.3 GHz Quad-core) y otro, con ranura para doble SIM, se apoyará en un Qualcomm Snapdragon 615.
Con 16 GB de capacidad pero ampliable mediante tarjeta microSD, el «smartphone» contará con una batería de 2.600 mAh que promete una «larga duración» y ofrecerá cámaras de 12 y 5 megapíxeles, principal y una frontal respectivamente.
Habrá dos aspectos que llamarán especialmente la atención. Por un lado, el grosor. Solo 6.3 milímetros, muy alejado de los 8.1 del actual buque insignia, el Galaxy S5, cuyo sucesor podría llegar en los próximos meses con un diseño revolucionario. Otra curiosidad es la apuesta por la multiventana en su software para hacerlo funcionar.