La multinacional americana, que plantea el acceso a la Red como un eje del desarrollo económico e incluso garantizarlo a los campos de refugiados, pone fecha para su ambicioso proyecto de conectar el planeta: será en 2020.
Sin ser su hábitat natural, Mark Zuckerberg encandila por donde pisa. Embutido en un traje y alejado de su estética propia de los gurús de Silicon Valley, el fundador de Facebook reiteró en la sede de las Naciones Unidas su propósito de conectar el planeta, aunque aprovechó la coyuntura para sacar su faceta más filántropa para anunciar que trabajará para permitir el acceso a los campos de refugiados.
En su declaración en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible puso fecha a su ambicioso proyecto; será para el año 2020, dentro de únicamente cinco años. Para entonces, todo debería estar listo para darle al botón de «enter». Internet se convierte así en una clave de la estrategia global para el desarrollo social y económico de las regiones más desfavorecidas.
El problema es que, mientras las nuevas tecnologías se implantan a una gran velocidad, siendo común en los principales países desarrollados desde finales de los años noventa, más de la mitad del plantea discurre en medio de un acceso irrelevante, poco fiable y demasiado rudimentario. La propuesta del inventor de Facebook (1.550 millones de usuarios) forma parte de los esfuerzos de la ONU para erradicar la pobreza extrema para el año 2030, siendo este uno de los 17 objetivos de la agenda para extender el desarrollo sostenible.
«Cuando las personas tienen acceso a las herramientas y el conocimiento de internet tienen acceso a los medios para mejorar su vida», relató Mark Zuckerberg en un comunicado conjunto firmado por Bill y Melinda Gates, que han dedicado su fortuna a la filantropía. «Internet es de todos, debe ser accesible a todo el mundo», subraya la iniciativa, que también cuenta con el apoyo de otras personalidades como Jimmy Wales, fundador de la enciclopedia «online» Wikipedia, y Bono, líder de la banda de rock U2.
A su juicio, internet no puede convertirse en un tótem para más de tres mil millones de personas. «Si conectamos a los cuatro mil millones de personas que no tienen acceso a internet en este momento, tenemos una oportunidad histórica para mejorar el mundo en las próximas décadas», insistió Zuckerberg. «Internet no debe pertenecer solo tres mil millones de personas, como sucede actualmente. Debe ser visto como una necesidad para el desarrollo y una herramienta que permite hacer las cosas más grandes».
Sin saber cómo se hará
Pese a lo interesante y esperanzador discurso, aún se desconoce de qué manera, tecnológicamente hablando, se podrá llevar internet a estas zonas. Facebook parece tener la respuesta como empresa que lidera el proyecto internet.org, que propone una red de drones gigantes, mientras que su rival Google también ha pensado en lo mismo, aunque con soluciones distintas (mediante globos aeroestáticos). Precisamente, el gigante de las búsquedas ha anunciado la instalación de wifi gratuita en unas 400 estaciones de tren en India, uno de los países con más penetración de dispositivos móviles.