Las nuevas tecnologías han proporcionado riqueza y conocimiento pero, a su vez, han alimentado la excesiva dependencia de los computadores. Los teléfonos móviles inteligentes, cuya razón de ser son poder conectarse a internet, se han convertido en el producto tecnología de consumo más revolucionario de las últimas décadas. Y, de momento, son el centro de nuestra vida digital.
Mientras la sociedad adopta nuevos dispositivos y fórmulas tecnológicas, se corre el riesgo de sucumbir ante el llamado «efecto Google» y la Amnesia Digital. Expertos del sector advierten de la peligrosa tendencia a olvidar la información relevante por parte de los ciudadanos al confiar en los dispositivos móviles como puerta de entrada hacia el conocimiento.
Un estudio elaborado por la firma de seguridad informática Kaspersky Lab revela que la mayoría de los españoles que suelen contectarse a internet de forma habitual no es capaz de recordar de memoria información como números de teléfono importantes, incluido el de sus hijos (44%), el del colegio de sus hijos (90%) o el de su lugar de trabajo (51%). Sin embargo, sí recuerdan otros detalles acontecidos hace diez años cuando internet aún no se había generalizado.
De hecho -advierten- los ciudadanos han venido incluyendo en los últimos años información personal e importante en los dispositivos móviles. El estudio alerta que alrededor del 20% de los españoles tampoco pudo recordar el número de su pareja, aunque el 65% todavía es capaz de recordar sus números de teléfono de la casa en la que vivían cuando tenían entre 10 y 15 años de edad. Poco menos de la mitad (43%) de los consumidores más jóvenes encuestados (16 a 24 años de edad) dice que su «smartphone» tiene casi todo lo que necesitan saber o recordar.
«Los dispositivos conectados enriquecen nuestras vidas, pero también han provocado el nacimiento de la Amnesia Digital. Tenemos que entender las consecuencias que provoca a largo plazo y adaptar la forma en la que recordamos y protegemos esos recuerdos. Los números de teléfono de las personas que más nos importan están a sólo un clic, por lo que ya no nos molestamos en memorizar los detalles», señala Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia.
Memorización
Los expertos creen que como consecuencia de la excesiva digitalización y conectividad de la vida cotidiana se está haciendo patente un cambio en lo que se refiere a las demandas y a los usos de los apoyos externos a la memorización. «Un aspecto importante de este cambio es que tenemos que manejar una cantidad ingente de información, y a menudo en modo multitarea, para llevar a cabo nuestras actividades personales, sociales y profesionales más básicas», subraya Ángel Fernández Ramos, del Grupo de Investigación en Memoria y Cognición de la Universidad de Salamanca.
Para elaborar este estudio, Kaspersky Lab ha encuestado a unos 6.000 usuarios, mayores de 16 años, en seis países europeos, entre ellos España. «Los datos que se desprenden del informe sugieren que nuestra incapacidad para retener información importante se debe a que estamos delegando la responsabilidad de recordar en los dispositivos digitales, sobre todo en los smartphones», recoge.
«También es determinante el uso de dispositivos en los que albergar la información. Nuestro modo de interactuar con la información, incluida la personal, está cambiando. Si estamos ante nuevos modos de adquirir, almacenar y recuperar información, deberíamos preocuparnos de cuáles son las nuevas maneras de adquirir, conservar y utilizar la información que nos resulta valiosa», puntualiza Fernández Ramos.
Recuperación de datos
El estudio también pone de relieve que la pérdida o robo de los datos almacenados en los dispositivos digitales dejarían a muchos usuarios profundamente afectados. Así, el 40% de las mujeres y el mismo número de usuarios entre 16 a 24-años de edad se quedarían «muy tristes» al pensar que no podrán recuperar sus recuerdos almacenados. Una de cada cuatro mujeres y jóvenes encuestados entraría en pánico, ya que sus dispositivos son el único lugar en el que almacenan imágenes e información de contacto. «Es preocupante que, a pesar de la creciente dependencia de los dispositivos digitales y de haberlos convertido en el guardián de nuestros recuerdos, los españoles no protegen adecuadamente estos dispositivos con soluciones de seguridad», según el estudio.